Impulsado por el colectivismo.

A principios de los años ochenta, mis padres emigraron de la India, lo que me convirtió en una mujer estadounidense de origen indio de primera generación. Como muchas familias indias, el colectivismo es un principio central de nuestra cultura familiar. El colectivismo es la práctica de dar prioridad a las necesidades de la comunidad sobre las necesidades del individuo. Por lo tanto, el principio del colectivismo ha influido profundamente en la forma en que mi familia interactúa entre sí y con el mundo.

Durante mi infancia, mi familia inmediata viajaba a la India cada pocos años para visitar a nuestra familia ampliada. Cuando tenía seis años, fuimos a una de estas vacaciones familiares y mi padre y yo tuvimos una conversación sobre los privilegios y la responsabilidad cívica, que influyó profundamente en mi desarrollo personal. En concreto, me llevó a dar un paseo y nos encontramos con niños de mi edad que pedían dinero para comprar comida. Me dijo que tenía suerte de haber nacido en Estados Unidos con padres capaces de cuidar de mí y me informó de que tenía la responsabilidad de aprovechar esas ventajas al servicio de los demás. Como resultado, pasé años intentando descubrir mis habilidades e identificar cómo utilizarlas al servicio de los demás.

De adolescente, perdí gran parte de la vista y, con el tiempo, adquirí la claridad mental necesaria para reconocer mis habilidades. Durante el instituto, vi el documental de mi prima sobre un refugio en la India, que ella creó para concienciar y recaudar dinero por el papel fundamental que desempeñaba en la comunidad. Me sentí inspirada por su activismo y motivada para apoyar su esfuerzo altruista, así que fundé un club para recaudar dinero para este refugio. Aunque sólo recaudamos unos pocos cientos de dólares, esta experiencia tuvo un valor incalculable. No sólo iluminó mis habilidades comunicativas, sino que demostró cómo una comunicación eficaz puede manifestar un cambio social positivo.

Tras licenciarme en Comunicación y antes de cursar estudios de posgrado, me tomé un año sabático para asistir a un centro de formación de invidentes. Participé en este programa como medida de precaución por si perdía lo que me quedaba de vista a causa de una enfermedad ocular degenerativa. Allí fui mentora de jóvenes ciegos. Durante nuestras conversaciones, les planteé la educación postsecundaria y el empleo remunerado como aspiraciones realistas y alcanzables para ellos. Estas conversaciones convencieron a estos jóvenes y a sus padres para que aumentaran sus expectativas sobre lo que es posible para las personas ciegas. Estas interacciones también me ayudaron a darme cuenta de que quería utilizar mi voz para empoderar a las personas con discapacidad y educar a otros sobre cómo podemos construir en colaboración un mundo más inclusivo para las personas con discapacidad.

En retrospectiva, mi padre tenía razón. Soy inmensamente afortunada porque vivo en un país que me ha permitido proseguir mi educación como mujer ciega. Es una oportunidad que se niega a otras personas que comparten mi identidad en diversas partes del mundo. Además, tengo la misma suerte de tener unos padres que creyeron en mis capacidades y se sacrificaron mucho para que pudiera tener éxito. Por ejemplo, mi padre volvió a trabajar tras su jubilación principalmente para financiar mis estudios de posgrado. Gracias a esta inversión en mi futuro, tuve la oportunidad de llevar a cabo una investigación de posgrado sobre comunicaciones inclusivas para discapacitados, y esta experiencia me llevó a mi trabajo actual en Current Global.

Ahora trabajo en una empresa transformadora y apoyo el movimiento de las comunicaciones accesibles. Juntos, estamos catalizando un cambio social positivo aprovechando nuestras habilidades comunicativas para educar a otros sobre las comunicaciones accesibles. Gracias a este trabajo, estamos haciendo que nuestra industria incluya más a las personas con discapacidad. Aunque me llevó varias décadas, al final encontré mi camino, y me guiaron las creencias y acciones colectivistas de mi familia.